vivamos
hasta que nuestros cuerpos nos pesen
y sólo nos quede el silencio
y la noche
.
.
oigo murmullos de pasos
alondras
el suave roce de las cortinas
sobre la madera del escritorio
.
el viento trae consigo un aroma de flores
jazmines abiertos a la primavera
como cuerpos abiertos al mar
a la lluvia que gobierna las noches frías
y los otoños cubiertos de polvo y encuentros
.
a pesar de la oscuridad
de los gritos celestiales
siento una mano que acaricia mi recuerdo
mi ausencia pegada a los vidrios
6 comentarios:
Felicidades por este blog y estas palabras: leyéndote sólo puedo quedarme sin ellas.
Un abrazo,
Luna,
mi ausencia pegada a los vidrios ...
me encanta
un abrazo
EN LA SAL DE MIS DEDOS
realmente una alquimia poética...
abrazos, muchos...
Mi querida Señora,
Qué hermoso sentir su poema tan libre y fuerte, tanto, como para escapar hasta de si mismo.
No pude evitar la tentación de sumar su cabecera y su poema, aunque solo puedo leerlo entre sus líneas:
"Ahora que tengo un alma que no tenía
vivamos
hasta que nuestros cuerpos nos pesen
y sólo nos quede el silencio
y la noche
..."
Cuídese mucho,
Suyo, Z+-----
Genial:
jazmines abiertos a la primavera
como cuerpos abiertos al mar
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