jueves, 24 de abril de 2008

Polvo mágico

Príncipes, dragones, hadas y magos. Castillos, flores, almas y humanos. Fantasías infantiles que aún causan estragos, quieren salir a la luz pero la mentira las está matando. Temerosas de demostrar sus sueños las personas escondemos las ilusiones, y tratamos de seguir adelante aunque ya nada quede. Queremos huir con lo poco que todavía queda en nuestras manos, sabiendo que nada se puede salvar.


Rechazamos a los príncipes porque ya no son de verdad. Se perdieron hace mucho ya, no hay manera de volverlos a encontrar, pero siempre en los cuentos vivirán. Y son de mentira porque ya nadie es de verdad, todos nos escondemos bajo máscaras del azar, y tratamos de no mirar atrás. Es una bella mentira, perfecta y dulce pero completamente negra, porque ya no hay caballeros, príncipes ni señores, todos somos la misma escoria con pensamientos racistas y que intentamos conquistar al mundo por medio de la fuerza y la mentira.


Matamos a los dragones porque ya no queremos que nos atormenten, creemos que está bien deshacernos de lo incoherente porque en este mundo ya no hay lugar para heróicas batallas, donde la estrategia y la espada se mexclan en un solo golpe. Ahora nos escodemos y atacamos por la espalda, no tenemos ni siquiera un poco de honor para mirar a alguien de frente mientras le estamos clavando el puñal, no podemos ver a quien es lastimado por nuestro cuchillo o nuestras propias palabras, que son más filosas que cualquier otra arma.



Cazamos a las hadas porque no soportamos verlas volar, mientras nosotros permanecemos atados a la tierra en donde nacimos, en donde algún día hecharemos el último suspiro. Queremos un poco de su polvo mágico, pero no tenemos la capacidad de pedirlo, queremos mil deseos cumplidos; pero tenemos miedo de volver a perderlos. Envidiamos sus alas, su beleza, su capacidad de poder volar. Su inteligencia, audacia y picardía, cosas que nosotros siempre utilizamos mal.

Buscamos a los magos, para que nos enseñen sus artes, queremos conocer los secretos de la magia. Magia. Aquella quen nace del sentimiento, la que se expande por todo nuestro cuerpo e inunda las venas de una energía infinita, que nos ayuda a seguir esforzándonos, que nos incita a seguir adelante. Queremos su varita mágica, para conocer sus poderes y poder recrear ese mundo de ensueño, y destruir todo lo demás.

Edificamos castillos para resguardarnos dentro, para escondernos de los demas y poder crear nuestras propias mentiras. Crearlas, sí, para convivir con ellas como nuestra realidad indispensable, para engañarnos a nosotros mismos creyendo que somos mejores que cualquiera, para hundirnos solos en ese pozo llamado falsedad.

Flores. Ya no las queremos, porque no valen nada. Son pétalos multicolores con aromas privamerales, pero aún así ahora valen menos que todo. Ya nadie pide rosas para el aniversario, ahora queremos diamantes, alahas, dinero. Ya no nos gustan las cosas simples, lo natural y hermoso por su simplicidad, queremos cada vez más.

Y poco a poco nos vamos olvidando lo que es el alma, la esencia del hombre y de su mundo. Poco a poco la dejamos de lado, y nos interesamos más por el cuerpo, el envase de nuestro ser. Nos vamos desenvolviendo, pero dejamos atrás los verdaderamente importante. Abandonamos nuestra alma al azar, dejamos que vague sola por nuestros pensamientos y no la cuidamos, no la tomamos en cuenta.

Los humanos. A veces parecen tan distantes unos de otros, se encierran en sus propios proyectos y no dejan que nada se les hacerque. Crean su propia vida, lejana a las demás, se internan en sí mismos y se esconden de la verdad. Hace mucho tiempo ya que nadie toma encuenta a los demás, hace mucho tiempo que nos olvidamos de amar.


Y yo quiero cambiar todo esto. Que los príncipes vuelvan en sus corceles, que los dragones custodien los castillos, que éstos estén adornados de flores. Que dentro vivan magos y hadas, que esté llenos de humanos sentimentales con almas gosozas de la vida y el cielo se llene de ese polvo mágico que tanto esperamos...



No hay comentarios: