lunes, 11 de febrero de 2013
el hambre
tengo hambre ausencia esa manía de morderme las uñas hasta sangrar los dedos el café el humo el mar bruto golpeándome los tobillos ¡si pudiera morderte los labios como muerde a los dedos el frío! ámbar y rojo se mezclan en el fondo del vaso pero allí no hay más que fantasmas y mugre y vidrio cuéntame ¿hay algo tras mis ojos? ¿hay arrullo de pájaro enjaulado? yo siento sus alas, amor, sus alas y plumas cortadas de hondo cielo canto de dios y muerte y antropología tirada en la mesa cual vino ¡estalla el júbilo de la carne! ama la vida aquel que no ha muerto más que en sueños que no conoce el hastío la soledad habitada de moscas y la boca abierta de los viejos ¡y el filo! las piernas flacas que empobrecen el mundo con piel y vacío y vicio los ojos negros sin fondo sin más historia que el no amor y la no espera ¡hablame! de fuego de aves extintas de manos acariciando el lomo de un libro de madera pero no permito el llanto de un perro en la calle el niño desnudo o el hambre, siempre el hambre mordiéndose las uñas
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9 comentarios:
Excelente tu prosa poética. Si quedara algo que beber yo te diría: brindemos, toma la copa de mi corazón y bebe.
Salud!
Excelente escrito, hay elegancia en tus letras, me encanta lo que leo.
Hay un pájaro con ocho kilómetros de rieles dentro llora amoniaco sobre una partitura empapada en rocío, la intemperie de una noche solitaria que no borran ni las lágrimas conmovidas de la aurora.
En serio admiro tus letras, eres una gran literata, un saludo desde Lima.
Ah una cosa más, me preguntaba si quisieras colaborar en una revista digital, hay poetas de distintos paises.
Pasate por mi blog, tenes un premio esperandote ♥
tengo ansiedad.
Que buen texto. Tiene una cierta desesperación, de devorarse las palabras una tras otras, y que mejor título le pusiste que El Hambre.
Saludos :)
Precioso texto, no conocía tu blog y dan ganas de volver
Interesante, gracias, lograda intensidad... qué sé yo, un abrazo
algo hay en tu estilo que me recuerda a Benedetti , y eso me encanta
Mi Señora Agostina,
Ritmo demoledor, que se nutre de su mirada tan personal...de esa sumergida Atlántida que emerge y cada día con más matices que me arroban.
Suyo, Z+
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