Las bocas llueven, vacías de esperanzas
derramándose sobre la tersidad de las diagonales oscuras
que el viento lima y surca entre sus fauces de frío
donde el granizo se convierte en plata y la luz en polvo
ilusionando una vez más el incomprendido grito
que parte en trizas los cristales de los ojos
crucificando dulcemente el ámbar de un ayer.
Un ayer olvidado y sucio entre versos franceses y rotos
en los cuales una golondrina agoniza sus plumas caídas
imaginando por última vez las nubes entre las alas
con el iris negro apuntando a la nada del mundo
donde un grupo de hombres y mujeres
discuten sobre la metafísica de las formas,
sobre la realidad, la mentira y el amor
del que nadie escapa pero todos mueren.
Los labios gimen, escupen vidas y súplicas
intentan encontrar ese equilibrio absurdo y perfecto
donde el negro y el blanco nunca forman gris
y el punto de contacto es tan pequeño como mi puño,
hasta que las cosas pasan sin pensar ni saberlo
aplastando las marchitas emociones de la gente
poblando un campo de espinas y trigo calcinado
dejando a su paso esas huellas que duelen.
Y a veces duelen tanto que los dientes se golpean
chirriando como las bisagras de mi ventana
por la cual el sol se ha olvidado de salir
y las lenguas muerden con ferocidad el calor de la tarde
hasta quemar la saliva, deshecha en encantos y burlas
esparcida entre los cabellos de los brazos de alguien
soportando el manotazo de sus frenéticas huídas
dirigidas hacia cualquier otra parte del cuerpo.
2 comentarios:
"...crucificando dulcemente el ámbar de un ayer..."
"...y las lenguas muerden con ferocidad el calor de la tarde
hasta quemar la saliva, deshecha en encantos y burlas
esparcida entre los cabellos de los brazos de alguien
soportando el manotazo de sus frenéticas huídas
dirigidas hacia cualquier otra parte del cuerpo..."
TREMENDO!
isra
que musica de mi"!##"!"#%#$&##"$$%&
jajajajja
te quiero mucho!!
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